- Gante, la gran ciudad medieval
- Londres, capital del mundo
- ¡Feliz 2017!
- Dublin, mi preferida
- Berlin es sexy
- Carnaval en los Países Bajos! (o la alegría es sólo brasileña…)
- Portugal, la vieja dama
- San Patricio en Dublin
- Islandia, un viaje a la luna
- Copenhague, la prima de Amsterdam
- 3 años en Amsterdam…
Perdidas en el cajón de los recuerdos encontré estas fotos de mi viaje a Berlin. Fue como subirme al tren de los recuerdos y viajar desde casa. Así, tal cual es Berlín: un viaje en el tiempo cercano, la historia del siglo XX. Es un poco extraño hablar de algo que viví hace más de un año. Año en el que pasaron muchas cosas, muchos viajes. Por aquel entonces no hacía mucho que había llegado a Europa y Berlín fue uno de los primeros viajes que hice. Sin embargo, algo que el tiempo no pudo cambiar fue mi deslumbramiento por Berlin.
He conocido muchas capitales y ciudades europeas, antes y después de Berlin, pero ella sigue siendo de mis preferidas. Es una ciudad monstruo, y una ciudad trash. No es perfecta, impoluta y elegante como muchas capitales europeas. Berlín es la ciudad más pobre de Alemania, aun continúan reparando edificios destruidos en la Segunda Guerra Mundial. Pero su alcalde no lo podría haber definido mejor: “Somos pobres pero sexys”. Es eso, Berlín es sexy.
Es de esas ciudades que hay que pasarse un buen tiempo. La historia del siglo XX está ahí, entre sus calles, sus muros y el muro. Aun se respira esa historia muy fresca, muy caliente. La lucha de lo nuevo, lo viejo, lo que hoy somos por lo que alguna vez fuimos, lo que aun está por venir, las guerras, el capitalismo, el socialismo, el poder… y el arte, aguerrido, que lo atraviesa todo, que no olvida, pero que revitaliza.
Más de un año y aun recuerdo con gran anhelo esta ciudad tan intrigante, tan sexy, que me obligará a volver…